Esta semana se ha celebrado el Día Mundial de la Diabetes con el propósito de dar a conocer las causas, los síntomas, el tratamiento y las complicaciones asociadas a esta enfermedad. Lo cierto es que la incidencia de esta grave afección se halla en aumento y continuará esta tendencia a no ser que se pongan en marcha iniciativas que paren su crecimiento.

La diabetes mellitus es una de las enfermedades más comunes en países desarrollados. Se trata de una patología que tiene asociada unas alteraciones biológicas que disminuyen la calidad de vida de aquellos que la sufren. El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Extremadura se une a esta celebración para destacar que desde la fisioterapia se puede trabajar para mejorar algunos de los efectos que provoca esta enfermedad, especialmente desde el ejercicio físico terapéutico, suponiendo una parte fundamental del tratamiento, de igual importancia que la dieta y la medicación. El ejercicio físico constituye un estímulo potente para mejorar factores de riesgo cardiometabólicos.

En la actualidad, es necesaria la prescripción de ejercicio en poblaciones clínicas como es el caso de las personas con diabetes. “Mediante el conocimiento de la patología y sus factores de riesgo asociados, así como de las dosis y tipos de ejercicios indicados en cada caso, se podrá presentar un programa de ejercicio que permita mejorar la calidad de vida de estos pacientes”, explica el fisioterapeuta Juan Diego Cuenda. En este sentido, Cuenda destaca la importancia de educar al paciente en el manejo de su patología para conseguir un mayor control sobre los aspectos modificables que puedan influir en la misma.

La práctica de ejercicio físico terapéutico reporta numerosos beneficios sobre las personas con diabetes, entre los que se pueden destacar: aumento de la sensibilidad a la insulina y mejora del control glucémico, mejoras en los factores de riesgo asociados a la diabetes, como son: descenso de la presión arterial, colesterol y triglicéridos, disminución de peso corporal e índice de masa corporal, mejora de fuerza muscular, etc.

Pero el ejercicio físico no solo vale para tratar, también es una valiosa herramienta de prevención. “Gran parte de la población adulta sigue hábitos de vida que a largo plazo pueden desencadenar la patología y aquí  los fisioterapeutas, como personal sanitario, somos responsables de hacer llegar a la población los beneficios de un estilo de vida saludable”, explica Juan Diego. Así, mediante la promoción de hábitos saludables y la adhesión a los mismos, principalmente ejercicio y alimentación, se conseguirá prevenir la enfermedad.