La consejería de Sanidad echa balones fuera ante la solicitud de publicación de resolución de la suspensión temporal de la actividad de los centros de fisioterapia

Un mes después, el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Extremadura ha recibido la contestación del consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José Mª Vergeles, a la solicitud de resolución de suspensión temporal de la actividad de los centros de fisioterapia en Extremadura. Una respuesta que ha resultado decepcionante para la institución colegial, donde el consejero ha explicado su incapacidad legal para aprobar esta medida y señalando al Ministerio de Sanidad como el indicado para tal decisión. Sin embargo, ya han sido varias las comunidades autónomas, las que a día de hoy han aprobado esta suspensión, como Galicia, Andalucía, Castilla la Mancha, País Vasco y Cataluña. Esta situación ha colocado al colectivo, en un estado total de desamparo.

El Colegio explica que por ética y responsabilidad, los colegiados han cerrado sus centros de fisioterapia. Sin embargo, existe una falta de información sobre las medidas de protección que deben guardar para ejercer su profesión, dado que las recomendaciones generales no se pueden garantizar en la mayoría de los casos.

A estas alturas, el colectivo de fisioterapeutas considera que deberían comenzar progresivamente a prestar asistencia, debido a la existencia de pacientes que no pueden retrasar durante más tiempos sus tratamientos, y debido a la situación de pacientes afectados de COVID19, donde los fisioterapeutas tienen un papel muy importante en la recuperación de las secuelas. “Por ello, hemos solicitado al consejero de Sanidad que en la mayor brevedad de tiempo posible nos indique cuáles son las medidas de protección a cumplir en este caso concreto, así como la necesidad de proveer de material de protección a todos los profesionales de nuestro colectivo que lo necesiten”, explican desde el COFEXT.

Batas o monos desechables, guantes, mascarillas, pantallas protectoras y papis para cabeza y calzado, es el material que necesitan estos profesionales, ya que el trabajo del fisioterapeuta supone un contacto estrecho con el paciente, a menos de dos metros de distancia, donde no se sabe si estos podrían estar infectados o no. Así mismo, han reclamado a la administración, que se establezca un protocolo claro sobre qué tipos de patologías son las que cumplen criterios de mayor necesidad de asistencia, qué equipos de protección son necesarios para que el fisioterapeuta trabaje en condiciones de seguridad y evite contagios y propagación del virus; y por último, valorar la necesidad de utilización de transporte público del paciente para acudir a fisioterapia y si dispone de medidas de protección durante el trayecto (guantes y mascarillas).