Hoy día la sociedad se enfrenta al gran reto del envejecimiento global de la población. Cada vez hay más personas mayores con todos los problemas que conlleva la tercera edad. En este sentido, la fisioterapia es una herramienta perfecta para prevenir y para tratar todas las dolencias asociadas al hecho de envejecer. Hoy, 1 de octubre, se celebra el Día Mundial de las Personas Mayores, hemos entrevistado a nuestro colegiado n° 154 Carlos Blanco González, que pertenece a la primera promoción de fisioterapia de la Universidad de Extremadura y desde hace 10 años trabaja como fisioterapeuta en el Centro Residencial de Mayores El Cuartillo de Cáceres perteneciente a la Consejería de Salud y Política Social de la Junta de Extremadura. En esta entrevista, Carlos nos habla de la importancia de la promoción y la prevención de la salud y  resalta la importancia de los beneficios que el ejercicio terapéutico, supervisado siempre por un fisioterapeuta, tiene en la salud de los individuos que lo practican de manera habitual. Además, destaca la importancia de aumentar la inversión en fisioterapia a nivel autonómico y estatal, debido a la escasez de fisioterapeutas que atienden la alta demanda que generan las personas mayores, para fomentar la prevención de la salud y la autonomía personal.

 ¿Cómo puede ayudar la fisioterapia a las personas mayores?

La fisioterapia en las personas mayores tiene múltiples beneficios a nivel físico, psíquico e incluso social. Desde la prevención, la fisioterapia ayuda a mantener y mejorar el estado físico general de los individuos, principalmente a través del ejercicio físico terapéutico. Esta actividad física va a ser clave para contrarrestar las efectos normales que produce el envejecimiento en el organismo, va a fomentar la autonomía y la independencia personal, y va a evitar, en muchos casos, procesos patológicos que son más frecuentes a edades avanzadas. La fisioterapia también va a tratar los diferentes problemas de salud que sufren las personas mayores, bien para recuperarlos o aliviarlos según sea posible.

¿Cuáles son los principales problemas por los que suelen requerir fisioterapia?

En edades avanzadas nos encontramos con muchos problemas de movilidad, con alteraciones de la marcha y del equilibrio, y una tendencia general al inmovilismo. La disminución de movilidad genera múltiples problemas orgánicos como pueden ser las contracturas musculares, las rigideces y deformidades articulares, diferentes tipos de algias, úlceras por presión, estreñimiento o incontinencias. Hay que tener en cuenta que la falta de actividad física no solo genera problemas en el sistema musculo-esquelético, sino que afecta al resto de sistemas corporales, como el cardíaco, el respiratorio, el digestivo o el urinario. Todo ello se traduce en personas dependientes con dificultades para realizar sus actividades básicas de la vida diaria. El déficit de movilidad también afecta a la psíquis de la persona y a su capacidad relacional, podemos encontrarnos con situaciones de aislamiento acompañadas de un estado de depresión, angustia, irritabilidad o ansiedad.

Además de los problemas de movilidad, son otras muchas alteraciones las que pueden ser tratadas desde la fisioterapia, como por ejemplo las fracturas, principalmente las de cadera y las vertebrales, que son más frecuentes en edades avanzadas; afecciones reumatológicas, como la osteoporosis, la artrosis o la artritis; enfermedades neurológicas como el Parkinson, las demencias o las secuelas de accidentes cerebro-vasculares; enfermedades respiratorias como la EPOC; y en general, todo tipo de afecciones que puede tener cualquier individuo a cualquier otra edad -tendinopatías, algias vertebrales, esguinces, etc.-.

¿Es aconsejable recibir fisioterapia a partir de una determinada edad aunque no se tenga ninguna patología?

Una de las misiones que tenemos los fisioterapeutas como profesionales sanitarios que somos, es la de hacer ver a los propios individuos que son ellos los principales responsables de su estado general de salud, que quiero decir con este comentario, que hay una gran cantidad de problemas orgánicos que dependen de los estilos de vida que llevamos cada día. La mejor manera de que se eviten o se reduzcan ciertos problemas de salud es a través de la prevención, adoptando unos estilos de vida saludables. Cualquier edad es buena para empezar a cuidarse, pero cuanto más precoz sea, mejores resultados se obtendrán. El fisioterapeuta debe facilitar, a través de sus conocimientos, todas esas medidas preventivas que van a ayudar a reducir el impacto de muchas patologías. Por ejemplo, si se consigue que cada individuo realice de forma rutinaria una determinada actividad física, va a evitar o disminuir problemas de salud como algias vertebrales, osteoporosis, obesidad, enfermedades cardiacas, dislipemias, hipertensión arterial, enfermedades metabólicas, estados depresivos e incluso algunos tipos de cáncer.

Si los profesionales sanitarios conseguimos que la población en general adopte estilos de vida saludables a edades tempranas, que sean activos y responsables, vamos a conseguir que a edades avanzadas tengamos muchas menos situaciones de enfermedad, cronicidad y dependencia.

¿En qué consiste envejecer activamente?

En primer lugar, quiero destacar que envejecer no es sinónimo de enfermar. Envejecer es algo fisiológico, es un signo de salud, solo es posible envejecer si uno está vivo. Lo normal no es ser joven eternamente, lo normal es envejecer, es una fase más de nuestro ciclo vital, y como cada fase, conlleva cambios físicos, psicológicos y sociales.

La OMS define el envejecimiento activo como el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen. Es decir, envejecer activamente es adquirir unos hábitos de vida saludables, trabajar para fomentar la autonomía que permita seguir viviendo de forma independiente, y participar de forma activa en la sociedad. Para mejorar la calidad de vida a medida que envejecemos se deben tener en cuenta factores como el bienestar físico, emocional, social o material. Los fisioterapeutas, con nuestra labor asistencial, nos vamos a centrar principalmente en la parte física del individuo, pero ésta va a influir de manera positiva en otros aspectos como los emocionales, los sociales, la autonomía o el desarrollo personal.

¿Cómo ha evolucionado la fisioterapia geriátrica en los últimos años?

La evolución de la fisioterapia en geriatría ha sido muy positiva en los últimos años. Hay que decir que al igual que la sociedad en la que vivimos hay un cierto rechazo a la vejez, y prima la juventud, en la fisioterapia no hace tantos años, también existía cierto rechazo hacia esta rama de nuestra disciplina. A día de hoy la situación ha mejorado pero todavía nos queda mucho camino que recorrer, todavía hay compañeros que declinan el trabajar con personas mayores por considerar que es una actividad sin atractivo o con menos prestigio que otros campos de nuestra profesión. También es cierto que es necesario a nivel estatal y autonómico una mayor inversión en fisioterapia, ya que hay una escasez de fisioterapeutas para atender la demanda existente en personas mayores, sobre todo para trabajar desde la prevención y fomentar la autonomía personal, y no solo centrarse en el tratamiento de las patologías una vez que están ya instauradas.

Nuestra sociedad se enfrenta al gran reto del envejecimiento global de la población, una situación que en pocos años se va a agravar de manera crítica. Dentro de la fisioterapia es necesario una mayor formación específica para dar una mejor respuesta a todos los problemas sanitarios y sociales que genera este envejecimiento poblacional, donde el objetivo principal de los fisioterapeutas será la de trabajar por el fomento de la autonomía personal y la lucha contra la dependencia.